Aunque un paisaje permanezca inmutable, una mirada jamás se repite (Julio Llamazares)
viernes, 7 de enero de 2011
¡Imagen y espejo!
Sus ojos abarcaron la noble figura que se erguía allá abajo,
en las lindes del azul,
y en un arrebato de entusiasmo creyó abrazar la belleza misma
con esa mirada,
la forma como pensamiento divino,
la perfección pura y única que vive en el espíritu
y de la cual,
para ser adorada,
se había erigido allí una copia,
un símbolo lleno
de gracia y ligereza
( Thomas Mann: "Muerte en Venecia" )
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