Aunque un paisaje permanezca inmutable, una mirada jamás se repite (Julio Llamazares)
lunes, 24 de enero de 2011
Al cabo de los años he llegado a saber
que en la naturaleza del milagro
se funden lo fugaz y lo perenne.
Tras su apariencia efímera,
el relámpago sigue viviendo en quien lo vio.
Porque su luz transforma y ya no eres
el hombre aquel que fuiste antes de que en tus ojos,
de que en el fondo oscuro de tu ser fulgurase.
No, la luz no se acaba, si de verdad fue tuya.
Jamás se extingue. Está ocurriendo siempre.
Mira dentro de ti,
con esperanza, sin melancolía.
No conoce la muerte la luz del corazón.
Contigo vivirá mientras tú seas:
no en el recuerdo, sino en tu presente,
en el día continuo del sueño de tu vida.
Eloy Sánchez Rosillo: "Luz que nunca se extingue"
viernes, 7 de enero de 2011
¡Imagen y espejo!
Sus ojos abarcaron la noble figura que se erguía allá abajo,
en las lindes del azul,
y en un arrebato de entusiasmo creyó abrazar la belleza misma
con esa mirada,
la forma como pensamiento divino,
la perfección pura y única que vive en el espíritu
y de la cual,
para ser adorada,
se había erigido allí una copia,
un símbolo lleno
de gracia y ligereza
( Thomas Mann: "Muerte en Venecia" )
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